Si hay alguna cosa de la que no puede prescindir ningún negocio es de un buen seguro, sin importar el tipo de negocio que este sea. Los seguros para empresas se encargan de una gran cantidad de asuntos en los que se puede necesitar una aportación de fondos que muchas veces no pueden afrontar las empresas, sobre todo las pequeñas o aquellas cuyos bienes tienen un valor tan sumamente elevado que no podría continuar la actividad laboral de esta en el caso de tener que afrontarla por sus propios medios.
Las aseguradoras ofrecen diferentes tipos de productos aseguradores con miras a cubrir las necesidades de los negocios en función de la actividad a la que se dirijan, el número de empleados y otros aspectos relacionados con el mundo de los negocios. Algunos de estos seguros se centran en la cobertura de daños a las cosas, como puede ser el caso de un robo o de un accidente en el que se causen daños a los productos que se fabrican o venden. Otras de las pólizas se pueden centrar más en las personas, cubriendo todo lo que esté relacionado con los empleados y la actividad laboral que cada uno de ellos desempeñan.
Existen seguros para empresas que combinan ambas necesidades para que los negocios cuenten con una protección integral.